La religión
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La religión egipcia era de naturaleza politeísta, es decir, creían en varios dioses y diosas, no en uno solo. | ||||||
Isis y Osiris
Las divinidades tenían una apariencia mitad humana (antropomorfa) y mitad animal(zoomorfa). Celebraban numerosos rituales, el más importante de los cuales estaba destinado a propiciar las anheladas crecidas del río Nilo, tan necesarias para la agricultura.
Al servicio de la religión se encontraban los sacerdotes, que tenían un gran poder, atesoraban grandes riquezas en sus templos y eran propietarios de una buena parte de las tierras del país.
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Los egipcios creían en la vida del más allá, es decir, en la de ultratumba.
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El Gato y la Religión Egipcia
El que muchas divinidades egipcias fueran zoomorfas trajo como consecuencia que el animal fuera considerado no sólo un símbolo viviente del dios , sino era tomado como un "fragmento" o encarnación del dios mismo.
Así en los templos se mantenía un ejemplar que se consideraba la imagen viviente del dios , el cuerpo en el cual este había decidido habitar sobre la tierra . Inclusive se aplicaba a ellos la doctrina egipcia de la Supervivencia en el Más Allá.
Para el culto a Bastet los sacerdotes solían escoger un gato con unas características muy especiales, el cual era adorado y venerado como si se tratase de la encarnación de la diosa .
Los antiguos egipcios no dieron al gato un nombre específico lo llamaban por su onomatopeya: Miu para el masculino y Mit para el femenino.
En la vida cotidiana les daban un trato muy especial, eran considerados como un miembro muy respetado de la familia, y si alguno caía enfermo recibía atenciones como si de un niño se tratara ; si llegaba a morir la familia se vestía de luto, llegando hasta el punto de afeitarse las cejas en señal de duelo.
A los felinos fallecidos, se les llevaba a la casa de purificación para ser momificados, proceso que podía durar hasta 40 días. Luego, las familias ricas colocaban sobre la cabeza de la momia una máscara de bronce, para ser introducido en un sarcófago, y por último era conducido al cementerio seguido por un largo cortejo de parientes y amigos que lloraban desesperadamente, mostrando su desconsuelo .
El cementerio de gatos más grande de todo Egipto se encontraba en Bubastis, y a este lugar acudía gente de todo el país para dar sepultura a sus queridos felinos.
Existían leyes que prohibían tanto el perseguir como matar a los gatos, a tal punto que si alguien era responsable de la muerte de uno de ellos, podía ser condenado incluso a la pena capital.
En conclusión, todo este proceso en las costumbres y creencias de adoración hacia los felinos, los involucró cada vez más en los hogares y sitios de producción, donde fueron imprescindibles para la eliminación de plagas de roedores, garantizando así su permanencia junto al ser humano, hasta llegar a ser el compañero invalorable que es en nuestros días.
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